¡Hola! Soy Andrés Izarra, un tecnólogo político especializado en comunicaciones estratégicas. Mi trayectoria poco convencional me ha llevado a construir ecosistemas mediáticos sostenibles para iniciativas políticas, instituciones y liderazgos sociales. Mi enfoque se centra en diseñar y mantener capacidades de mensajería que impacten el discurso público en todos los niveles y a lo largo del ciclo informativo.
En un mundo donde la competencia por la atención pública es feroz, no basta con un mensaje político novedoso. Además se requiere de un sistema de comunicaciones sobre una metodología de trabajo que garantice su resonancia entre las audiencias. Es en este aspecto donde mi trabajo aporta valor. Más allá de atender situaciones coyunturales, construyo mecanismos y sistemas que difunden mensajes efectivos, consistentes y oportunos para liderar la agenda en el espacio público.
Con casi dos décadas en la primera línea de diversas batallas comunicacionales y tras servir como ministro de Información y Comunicación bajo Hugo Chávez, lo he visto casi todo en esta área: desde un golpe de Estado impulsado por medios, hasta la victoria en dos campañas presidenciales. Participé en más de una docena de campañas electorales a diferentes escalas y sostuve el esfuerzo comunicacional en un contexto de alta polarización por años.
Comunicaciones Estratégicas
Me dediqué de lleno a desarrollar las capacidades estratégicas que permitieron al gobierno diseñar, coordinar, distribuir y evaluar sus mensajes de forma continuada. Todo con el propósito de promover un espacio público bien informado, influir en la agenda pública y equilibrar las perspectivas ciudadanas.
Al final del día, como dicen algunos, ’la política es, en esencia, comunicación’: transmitir ideas movilizadoras enmarcadas en contextos ideológicos específicos. Mi especialidad yace en establecer esas capacidades comunicativas para maximizar el impacto del mensaje.
Operador de Medios
Mi carrera comenzó en 1994, en el mundo del periodismo televisivo, trabajando en redacciones en Estados Unidos y de mi natal Venezuela. La política no estaba en mi hoja de ruta: fue un desvío inesperado con el que tropecé más por casualidad que por elección. A pesar de no ser un político de carrera, mis habilidades técnicas me llevaron inesperadamente a un cargo público. Como generalista, me esfuerzo en conjugar diferentes disciplinas y en formar equipos multidisciplinarios de alto rendimiento para generar resultados sostenibles y de alto impacto.
Hoy, en oposición a la dictadura de Nicolás Maduro, vivo en exilio en Berlín, Alemania, junto a mi esposa, nuestros dos hijos y un Pomerania de 2kg, desde 2015.