Trabajando desde las oficinas de CNN News Source desk en Jordania, 2001

Siempre me he considerado, ante todo, un hombre de las noticias. Comencé mi carrera en el periodismo televisivo, siempre más inclinado hacia el trajín editorial que por el resplandor de la atención pública. Esto naturalmente me llevó a la gestión de medios, donde escalé desde editor de asignaciones a liderar medios nacionales e internacionales.

Mi travesía periodística arrancó en los años 90, justo cuando emergían las cadenas de noticias 24/7 en español, emitidas vía satélite desde EE.UU. hacia toda América Latina. Empecé en el Canal de Noticias NBC, y poco después, me integré al equipo pionero de CNN En Español. Esta experiencia fue fundamental para liderizar el lanzamiento de la red de noticias regional Telesur en 2006. Crear un medio internacional desde la nada, y con recursos limitados, fue un desafío mayúsculo. Sin embargo, desde el inicio nos distinguimos, cubriendo eventos como el golpe en Honduras o las liberaciones de las FARC en Colombia, presentándonos como una opción informativa para el “Sur Global”.

Esta experiencia resultaría invaluable cuando, más adelante, asumí la presidencia de VTV, el canal público venezolano. En un contexto de intensa polarización y con intentos de golpe de estado a cuestas, dirigir VTV supuso retos editoriales y gerenciales sin precedentes. Lejos de ser un mero canal, VTV actuó como contrapeso esencial en un paisaje mediático donde entidades privadas no eran meros observadores, sino actores en la política nacional.

Otra de mis misiones cruciales fue pilotar la transición de analógico a digital. Más allá de la tecnología, implicó dirigir un cambio cultural profundo en cómo se trabajaba. Este proceso nos llevó a rediseñar flujos de trabajo, incorporar nuevas herramientas y vencer resistencias internas. Bajo esta premisa, Telesur emergió como la primera emisora digital de la región, mientras VTV renovaba su infraestructura hacia estándares HD. Al adoptar nuevas herramientas, nuestro objetivo fue proporcionar a nuestros equipos la tecnología más avanzada, optimizando así nuestras capacidades de cobertura para captar a una mayor audiencia. Esta obsesión por el impacto ha sido una constante en mi carrera. Un medio, en última instancia, se justifica por su influencia en el espacio público.

Los años que dediqué a los medios han sido de los mejores en mi vida profesional. A lo largo de esta travesía, enfrenté decisiones difíciles, algunas con repercusiones inesperadas en mi vida, como el exilio político. A pesar de todo, este recorrido me ha templado, forjando en mí un profesional más hábil con una perspectiva más madura. Y aunque los senderos me han distanciado de mis inicios periodísticos, la pasión por la profesión arde con la misma intensidad. Empecé en una sala de redacción, un entorno a donde estoy seguro regresaré más temprano que tarde.