Venezuela está en rebeldía silenciosa

  • La ciudadanía construye una tercera vía desde abajo: la Comisión Nacional de Primaria es su mejor expresión 
  • La privatización del petróleo es un debate necesario 
  • Promover la división y el abstencionismo son las estrategias del gobierno para ganar 

Margarita López Maya, destacada voz en la vida política venezolana, habla con autoridad desde su rica experiencia académica y política. Sus libros y artículos son siempre de gran influencia en el debate público sobre el devenir del país. Comprometida activamente en la lucha por su democratización, López Maya personifica aquel dicho de que ’no basta con decir, también hay que hacer'.

¿Qué lectura tiene del evento refrendario del domingo 3 de diciembre?

El evento es una maniobra como respuesta a la Primaria, para corregir el error de percepción que tuvieron. Nunca pensaron que sería exitoso, y les está haciendo daño políticamente. Jorge Rodríguez y el oficialismo lo creyeron irrelevante, basado en la falta de entusiasmo hacia los partidos opositores, pero se equivocaron en descontar un supuesto rechazo hacia María Corina. Su estrategia de enfocarse en el tema de El Esequibo, un asunto previamente abandonado, es una manera de distraer, despertar el nacionalismo, hacer olvidar la primaria, entre otros objetivos. La encuesta de Seijas sugiere un bajo apoyo a Maduro, y la baja asistencia a las urnas el domingo respalda esta percepción, la gente salió a participar a pesar del miedo y la coacción que aún existen.

El referéndum es una táctica del gobierno en respuesta a la Primaria, intentando enmendar un error de percepción. Originalmente, no esperaban que la Primaria fuera exitosa y ahora les impacta negativamente en su política. Jorge Rodríguez y el oficialismo minimizaron su importancia, basando su percepción en el poco entusiasmo hacia los partidos opositores, pero se equivocaron al subestimar a María Corina. Su enfoque en el tema del Esequibo, que había sido dejado de lado, busca distraer, avivar el nacionalismo y desviar la atención de la primaria. La encuesta de Seijas indica un apoyo limitado a Maduro, y la escasa participación en las urnas en el referéndum refuerza esta idea. A pesar del miedo y la presión, la gente sigue participando en los procesos políticos apenas tiene la oportunidad de expresarse.

Hay quienes han descrito el evento como un “caracazo electoral”…

A diferencia del Caracazo, que fue un momento decisivo con protestas activas en las calles, lo que vemos ahora es una forma más pasiva de reacción. En 1989, la gente expresó su descontento abiertamente, pero hoy se quedan en casa, en parte por desconocimiento del referendo y por el miedo generado por la represión del gobierno. Este temor ha debilitado la cohesión social. No hay Estado de Derecho.

Sin embargo, parece que la población ha encontrado otra forma de protestar: no asistiendo a las urnas, a pesar de la propaganda y las amenazas del gobierno. Las tácticas de coerción como los CLAP o el temor a perder el empleo no tuvieron el efecto esperado.

Esta resistencia se está manifestando de maneras menos evidentes. Aunque existe el miedo, la mayoría no siente represalias directas por no votar. La persecución se enfoca más en políticos, activistas y periodistas. A pesar de la pobreza generalizada y la falta de medios de comunicación para expresarse, limitando su capacidad de responder colectivamente, la gente encuentra en esta especie de resistencia pasiva una expresión.

¿Se puede decir que tú lees la abstención en clave de rebeldía?

Es una resistencia silenciosa. Recordando un libro sobre estrategias de resistencia, la abstención puede interpretarse parcialmente como una forma de protesta no violenta. En contraste, la asistencia significativa a las Primarias, organizadas de manera independiente, fue una protesta activa. La Comisión de Primaria logró construir confianza a pesar de los obstáculos y la persecución y la gente salió para expresarse

Y los actores políticos que llamaron a participar en el referéndum, ¿cómo quedaron?

Todos tienen el derecho de participar en procesos políticos. María Corina Machado, conocida por su postura inicial de no votar, mostró una actitud más flexible y abierta de lo habitual. Los partidos de la Plataforma Unitaria no polarizaron el evento, lo cual me parece políticamente acertado. Así que muchos optaron por no votar.

Actualmente, las narrativas y acciones políticas suelen ser polarizadas. Sin embargo, existe una tercera posición, enfocada en construir desde la base. Esta se manifiesta en ciudadanos activos y en organizaciones sociales de base articuladas en torno a emprendimientos, derechos humanos o grupos religiosos, que trabajan para crear una red social sólida y preparar el camino para una transición democrática. La Comisión de Primaria, que actúa de manera independiente, es quizás la mejor expresión de esa tercera vía que comienza a tejer una articulación entre los ciudadanos. 

Pero quien capitaliza políticamente, en términos concretos, es María Corina, independiente del tejido social que vaya construyendo esta tercera vía…

María Corina, conocida por su postura radical, ha sabido adaptarse. Su reciente apoyo a la CNP y su posición más moderada ahora con el referendo consultivo del Esequibo reflejan una estrategia política calculada.

Si, pero el tema clave es la propiedad de los bienes del subsuelo, del petróleo, su privatización, que es lo que promueve ese equipo…

Es un tema crucial. La privatización, según la propuesta de su equipo, es vista como una solución necesaria para la democratización y revitalización de sectores clave como la industria petrolera y la educación. La ciudadanía, los académicos y los dirigentes sociales y políticos deben dar este debate sobre las bondades de esa solución y dilucidar cuál es el futuro deseado para Venezuela en esa materia.

¿Qué lectura se le da a los resultados que anuncia el CNE de 10 millones de electores?

El anuncio del CNE es un intento de desmotivar la participación electoral, mostrando un sistema electoral no confiable. Esto, combinado con la estrategia de dividir a la oposición, y seguir reprimiendo y cerrando el espacio cívico, busca crear condiciones para desmotivar el voto opositor en las presidenciales de 2024. 

Pero, ¿puede el gobierno hacer eso sin que medie una amenaza real, al menos algún tipo de intervención armada?

El gobierno tiene los medios para inventarse un estado de conmoción, como lo demostró durante la pandemia. La confrontación con Guyana creo que es parte de esa estrategia de crear una situación que lleve eventualmente a una conmoción ficticia que pueda justificar suspender las elecciones presidenciales del 2024 si el gobierno lo necesita. No descartaría acciones más extremas para mantenerse en el poder.

Y con eso la pregunta es, ¿qué va a hacer MCM?

María Corina Machado seguirá luchando por su habilitación y su derecho a participar en la política. Su decisión será clave para el futuro de las elecciones presidenciales y para el liderazgo opositor en general.